El enfermero de Lenin…

…. de Valentín Roma.

Editorial Periférica
272 páginas 
ISBN: 978-84-16291-46-5
18,90 €

Es bien cierto que cuando me acerqué a este título iba buscando otro de la misma editorial pero con el que no hubo suerte. Una vez superado el disgusto (últimamente los libros que quiero siempre tengo que pedirlos con antelación) decidí ir a por otro, teniendo en cuenta que me hacen falta vidas para leer todo lo que tengo apuntado en mi lista de futuros habitantes, y así es como acabé con este título en las manos.

«Mi padre enloqueció durante 21 días en el verano de 2011, tras una operación rutinaria cuyas complicaciones siguen siendo, aún hoy, inexplicables.
A lo largo de aquellas tres semanas aseguraba ser Lenin y pedía que lo trataran como tal, llegando a exigir que su informe clínico y las medicinas que le eran suministradas llevasen escrito el nombre de Vladímir Ilich Uliánov.»

Así da comienzo una novela en la que los personajes principales son el enfermo y su hijo que tiene que mudarse durante el mes de agosto a la pequeña localidad en la que vivió de niño para hacerse cargo de los cuidados de su padre en el hospital. A pesar de ese cambio de identidad que afecta al padre, el nuevo Lenin, su carácter apenas varió y durante toda la novela se puede disfrutar de su carácter bromista a la par que guerrero que siempre le ha caracterizado.

A partir de ese momento y acompañado únicamente de sus pensamientos, los interminables pasillos y la vida hospitalaria, con alguna que otra salida al exterior, el protagonista indiscutible es ese hijo que debido al delirio bajo el que se encuentra su padre trata de encontrarse a sí mismo para lo que nos hace partícipes de todo lo que pasa por su cabeza. De esta forma la novela es narrada en primera persona y en varios tiempos a través de los que este joven profesor universitario, descendiente de agricultores, reflexiona sobre la vida, su infancia, la política, la lucha de clases y la historia y lo hace de una manera directa y sencilla, de forma que el lector no se ve abrumado por la cantidad de frentes que abre en una novela relativamente corta, y digo corta porque a pesar de dar para mucho más el autor va al grano, a la preocupación principal de nuestro protagonista, encontrarse a sí mismo.

A pesar de no existir diálogos al uso en la novela el protagonista nos cuenta con detalle las conversaciones con su padre, al que todos parecen seguirle el juego con su insania, lo que reconozco que me sacó más de una carcajada a pesar de no tratarse de una novela de humor, en la que la muerte y la locura a veces incluso nos hará pensar que es algo genético 😉

La narración con la que nos deleita el autor para traernos esta historia describe a la perfección y con un lenguaje sencillo y natural a esta sociedad capitalista en la que nos hallamos y aprovecha la enajenación el padre para echar la vista atrás hacia aquella  sociedad rusa de la época de la que Lenin fue testigo.

Eris

Eris&GO