Ciudadanos particulares…

… de Tony Tulathimutte.

Editorial: Alba
Colección: Contemporánea  
Traducción: Mariano Antolín Rato
Encuadernación: Rústica
ISBN: 97884-90652800
Páginas: 424
Precio: 22,50€

Que la colección Contemporánea de Alba se haya convertido en un must en casa ya es rato conocido así que esta vez no iba a ser menos y en cuanto tuve la oportunidad me lancé a conocer a esos cuatro ciudadanos particulares de los que este novel autor presenta en una disección de sus vidas y en lo que se han convertido hoy en día.

Tenemos de esta forma a cuatro jóvenes que han estudiado juntos en la Universidad de Stanford y una vez alcanzado los veinte años, ya graduados y alejados de la fácil vida universitaria y de sus amistades empiezan a establecerse como personas adultas observando que no todo es tan fácil como aparentemente puede uno pensar cuando se deja llevar por sus sueños. La realidad es distinta y todos ellos y durante las más de 400 páginas de la novela son los protagonistas de una vida difícil llena de tropiezos, a veces incluso de lo más disparatados lo que deja ver el humor sutil con el que el autor nos premia.

Cada uno de los personajes que conforman esta peculiar selección tiene una profesión diferente. Will, el desarrollador de webs americano-tailandés tiene como aspiración principal estar el día entero metido en la red y se ve sucumbido por la fuerte personalidad de una novia hambrienta de fama que lo embarcará en un proyecto digital un tanto surrealista. Por otro lado tenemos a la impulsiva Cory a la que su jefe, fallecido recientemente, le ha legado una institución sin ánimo de lucro increíblemente endeudada y a la que tendrá que hacer frente a pesar de las trabas que una y otra vez se interponen en su camino. Y por último, para cerrar el cuarteto tenemos a Linda y a Henrik, dos personajes que en la universidad tuvieron una relación y ahora se encuentran después de unos años en los que ella ha tratado de alcanzar la fama literaria mientras va de fiesta en fiesta abusando de drogas y de la confianza que le muestran las parejas a las que se va acercando para también abusar de su hospitalidad y su dinero y él, que sufre un trastorno bipolar que lo único que hace es excederse en la medicación que debe tomar y pasar su tiempo lamentándose por su soledad.

Todo esto forma un cocktail difícil de recomendar, de esas novelas a las que hay que acercarse porque se ponen en tu camino, te llaman, como me ha pasado a mí. Con la que a pesar de en ocasiones no saber hacia dónde quería dirigirme la novela me encontré inmersa en una prosa hipnótica que invitaba a seguir sorprendiendo por la capacidad de autodestrucción de una generación que fracasa una y otra vez tratando de sobrevivir dejándose llevar por el día a día.

A lo largo de la novela nos encontramos con escenas de lo más disparatadas en las que las drogas, el sexo, y las redes sociales abocan nos muestran una generación de jóvenes con ganas de alcanzar la fama sin esfuerzo pensando en que el destino es el que tiene que llamar a tu puerta mientras se sientan a ver pasar la vida. Una novela que me gustó mucho a pesar de que sus personajes darían como poco para escribir una novela de más de mil páginas en las que además de disfrutar de un humor un tanto peculiar de las situaciones que se van sucediendo da para mucho más, para pensar hacia donde se dirige una sociedad que busca el éxito fácil.

Eris