Hemos estado con…

… Rosa Montero.

El pasado 14 de enero tuvimos la oportunidad de acudir al evento que la librería Cronopios organizó con motivo de la presentación de la nueva novela de Rosa Montero, La carne, de la que os hablé esa misma semana y que podéis leer de nuevo a continuación.

La carne en PlanetaEris…

Os he hablado muchas veces de Rosa y sobre todo de lo que me gustan sus novelas pero aún no había tenido la oportunidad de disfrutar de sus palabras en directo. Escucharla ha sido un golpe tremendo de vida que retumbó durante días en nuestras cabezas. Nos contó algunos entresijos de la novela sin desvelar esa intriga que solo se puede descubrir leyéndola, nos habló del miedo al fracaso, de lo que el tiempo nos hace a cada uno a medida que nos dejamos llevar por la vida, de los miedos que nos inundan y mientras nos contaba todo eso con una expresividad y don para la comunicación inconmensurable nos dejaba ver un trocito de ella misma, algo que hemos absorbido hasta vernos reflejados en muchos de sus pensamientos.

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Pero, como os dije, no nos habló solo de La carne… Lo maravilloso de escuchar a Rosa es que tiene tanto que contar que da lo mismo si nos habla de su primera novela, de su querida Marie Curie (en La ridícula idea de no volver a verte, novela que me enamoró) de su Rey Transparente, de su adorada Bruna (que me reconcilió con un género al que no me acercaba) dejándonos ver que es más real de lo que pueda parecer y todo ello lo enlaza con un habilidad que nos dejó boquiabiertos.

Su amabilidad cuando habla con cada uno de sus lectores ha sido la guinda del pastel. No me quedo corta cuando os digo que al acercarnos a ella para que nos firmara algunas de las novelas que tenemos en nuestro haber fue de lo más emocionante. Percibir que nos escucha cuando le contamos lo que hemos sentido al leerla, ver cómo se emociona con nuestras palabras y esa emoción nos viene devuelta hasta que nuestros ojos se abren como platos para sostener esa fuerza que se aventura a salir pero que aguantamos para no dar la nota nos dejó conmocionados durante días. Una mujer con una fuerza increíble que transmite no solo al escribir, lo hace al mirarte.

Gracias, Rosa.

Eris