En mares helados…

… de Wilkie Collins.

EDITORIAL Navona Editorial
COLECCIÓN Impactos
ENCUADERNACIÓN Tapa dura con sobrecubierta
Nº PÁGINAS 224
ISBN 978-84-16259-47-2
DIMENSIONES 165 x 120 mm.
FECHA PUBLICACIÓN 01-06-2016
PRECIO 8.50€

El autor

Wilkie Collins (Londres, 1824-1889). Novelista y autor teatral, era hijo de un reputado pintor paisajista. Vivió unos años en Italia con su familia cuando era adolescente y estudió la carrera de Derecho, aunque nunca ejerció. Conoció a Charles Dickens en 1851 y se convirtieron en amigos y colaboradores. Considerado un precursor del género policíaco, alcanzó un gran éxito con La dama de blanco y La piedra lunar, que Dickens publicó en su revista All the Year Round. Con una técnica narrativa audaz, describe personajes inquietantes inmersos en intrigas diabólicas a la vez que se muestra crítico con la hipocresía de la alta sociedad victoriana.

Mis impresiones

A mitad de este verano Navona nos adelantaba que septiembre sería el mes de Wilkie Collins así que nos apuntamos de lleno al reto de leer las dos obras que publicaba la editorial. Una se trata de La piedra lunar, el último ineludible que está disfrutando de lleno MitadOscura y la otra la que os traigo hoy, el último Impacto: En mares helados.

Hace tiempo que tengo entre mis tareas pendientes conocer la obra de Collins y por fin he cumplido la misión y me pregunto lo mismo que cuando leí mi primer Dickens (hace poco más de un año, por cierto) ¿por qué no le habré hecho hueco antes? Durante dos horas he estado totalmente inmersa en esta pequeña novela que se bebe sola por la intriga que transmite desde la primera página.

Es cierto que En mares helados nació de una idea surgida entre Collins y Dickens, muy amigos, en la que decidieron escribir conjuntamente una obra teatral, estrenada en 1857, en la que ambos participaron como actores en los papeles de dos hombres protagonistas. Según dicen la obra entusiasmó al publico y no me extraña que su éxito la arrastrara a ser representada en diversas ciudades de Inglaterra. A partir de ahí, en 1874. Collins decidió convertirla en una novela en la que nos deja ver aquella estructura original en la fuerza que tienen los diálogos y los sentimientos que los personajes transmiten.

Nada más empezar nos encontramos en escena a dos mujeres que disfrutan de un baile para celebrar la partida, al día siguiente, de dos barcos con rumbo a una expedición hacia el Ártico, el Wanderer y el Sea-mew. El ambiente se describe con una perfección increíble solo con unos cortos párrafos y conversaciones de los invitados entre las que destaca la que tienen la esposa de un importante teniente, Lucy, y el que será el oficial al mando de uno de los dos barcos. El oficial está interesado en Clara, una joven de una belleza singular que transmite cierta intriga desde el comienzo de la historia y que rápidamente toma el protagonismo debido a un contratiempo que la deja indispuesta y realmente preocupada por algo que ha escuchado y que tiene que ver con su pasado y su inminente futuro.

La suspense que Collins genera desde ese momento hasta el final de la novela cobra vida a medida que avanzamos con una expedición que tendrá que afrontar los peligros de los mares del Norte y en la que no apartaremos la vista de dos hombres que dejarán a la joven Clara completamente abatida y con la preocupación de recibir noticias de uno de ellos, su amado. En la expedición nadie conoce el secreto que une a esos dos personajes con Clara lo que aumenta la curiosidad por avanzar hasta el final de manera compulsiva como yo lo he hecho, absorta en lo que ocurría hasta llegar a un desenlace que se produce en las páginas finales.

Escrita de con una prosa sencilla y con gran cantidad de diálogos, la historia llega al lector con facilidad transportándolo a escenarios poco complicados en los que lo que más me ha gustado es la agilidad de la historia cargada de venganza y lealtad, que a pesar de ser cualidades tan opuestas, se dan la mano en una novela tan corta como fascinante.

Eris