Una saga moscovita…

… de Vasili Aksiònov.

saga moscovita

Año edición 2015
Autor Vasili Aksiónov
ISBN 978-84-16259-31-1
Número de páginas 1216
37,00 €

Una saga moscovita narra la vida de una familia de médicos en la Rusia del siglo pasado. En 1925, en la dacha de los Grádov, el padre, Borís Nikítovich, es un brillante cirujano y un maestro respetado; la madre, de origen georgiano, se consagra a su casa, a sus hijos y al piano; el hijo mayor, Nikita, es un noven oficial superior del Ejército Rojo; su hermano Kiril es un bolchevique, amante de la Revolución y del Partido; y su hermana pequeña Nina, una joven poeta de enorme belleza. Lenin ha muerto y el Partido está dividido entre los seguidores de Stalin y los miembros de la oposición liderada por Trotski. Los Grádov se verán implicados, a su pesar, en la Revolución y esto marcará el comienzo de un largo proceso de transformación que acabará sometiendo a todos los miembros de la familia.

El autor de esta tremenda novela es Vasili Aksiònov (1932, Kazan – 2009, Moscú). Escritor ruso y disidente soviético. Sus padres, acusados de trotskistas, sufrieron la represión estalinista. Su madre, Evguénia Guinzbourg, vivió durante 18 años en un gulag y escribió sus vivencias en El vértigo. Cursó estudios de medicina, pero conquistó la gloria literaria con una primera novela, Colegas, que le granjeó las iras de Kruschev. Su consagración llegó con Billete a las estrellas, novela con la que de hecho comienza la nueva prosa rusa, de la que Aksiónov se convertirá en líder. A partir de entonces, cada nueva obra suya pasó a ser un gran éxito. En los años setenta comenzaron sus verdaderos problemas con el régimen: sus novelas Quemadura (1980) y La isla de Crimea (1981) son censuradas y quedan accesibles a los rusos sólo en copias a máquina o fotocopias que pasan de mano en mano, el llamado samizdat. En 1981 Aksiónov pagó un alto precio por ello: fue enviado al exilio y desprovisto de su nacionalidad.

Una saga moscovita (1994), obra culminante de su trayectoria literaria fue reconocida, tanto en Francia y Estados Unidos como en Rusia, con un éxito sin precedentes.

Con todos estos ingredientes y amparada por la colección que la editorial Navona edita con tanto cuidado bajo el nombre de Ineludibles me encontré en un estado de shock momentáneo al darme cuenta del número de páginas al que me iba a enfrentar si me decidía a leerla. Ya no iba a poder decir que era uno de esos «domingos ineludibles» porque sin duda en el momento en que abriera Una saga moscovita, iban a ser más de uno, de dos y de tres domingos los que resultaran «ineludibles». Reconozco que tuve un miedo que vencí en apenas un par de días y tomé la decisión de que Una saga moscovita sería el primer libro que abriría este año 2016 sabiendo que el año comenzaría con una considerable reducción de mi tiempo lector y que me mantendría al menos todo el mes de enero atada a una familia de la que me ha costado despedirme y que recuerdo con nostalgia. El reto era… «En febrero examen», dijo Bernie… Y aquí está. Febrero comienza con el reto superado, muy orgullosa de haberlo conseguido y de haberme llevado conmigo un trocito de los Grádov.

Una saga moscovita, como bien nos cuenta Marta Rebón en la estupenda introducción con la que nos adentra en la gestación de la novela, surgió de un proyecto televisivo estadounidense que se le propuso al autor como un documental sobre los tiempos de Stalin con fines divulgativos y a medida que Aksiònov se iba documentando llegó a la conclusión de que sería posible filmar una película en la que la familia Grádov sería la protagonista de una trilogía con la que el autor pensaba traernos de mano de la propia familia, cómo se vivieron aquellos tiempos, cómo se amaron, cuánto sufrieron y cuántas esperanzas depositaron en un futuro mejor y todo ello en un tiempo de guerra y adversidades que sin duda los marcarían para siempre. Finalmente el proyecto no vio la luz pero la novela sí la vio en 1994. Ahora todos podemos disfrutar de esas vivencias que perfectamente han podido ser vividas por una familia como la escogida por Aksiònov.

Nos encontramos ante una novela dividida en tres partes en las que los reveses del mandato stalinista conviven con etapas históricas como la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría. En estas etapas perfectamente diferenciadas los capítulos se intercalan con una serie de entreactos en los que el autor nos ha querido traer fragmentos recabados de la hemeroteca de la época y que en más de una ocasión ha conseguido dejarme boquiabierta por su absurda y cruda realidad, consiguiendo aportarle a la ambientación de la novela una fuerza que no decae en ningún momento.

La familia Grádov es la protagonista indiscutible de esta historia en la que conviven tres generaciones. Una familia con una buena posición social compuesta por un médico de prestigio, sus hijos, entre los que se reparten las diferentes ideologías políticas y sociales de la época y unos nietos con los que creceremos a medida que leemos y nos adentramos en unas vidas que interactúan con gran maestría y naturalidad con personajes reales como Stalin o su mano derecha Lavrenti Beria, mostrándonos la cara más dura del régimen a la vez que intercala grandes hechos históricos con la cotidianidad de las vidas de los Grádov y sus allegados, incluso haciendo que tanta tragedia vivida en aquellos años conviva con momentos con una carga de humor importante que consigue que el lector se encariñe de manera especial con cada uno de los protagonistas.

Leer Una saga moscovita me ha aportado muchísimo más de lo que esperaba, que ya era mucho, acostumbrada a ver la historia desde el lado occidental. En sus poco más de 1200 páginas no he encontrado ni un minuto de descanso, ni una pizca de decaimiento de la trama, cada minuto libre del día lo aprovechaba para pasarlo con ella y de la mano de los Grádov he paseado por el terror, la guerra, nacimientos, muertes, amor, odio, separaciones, reencuentros, enredos de familia, secretos, traiciones y lealtades que me acompañarán siempre. No creo que olvide esta novela y siempre que pueda volveré a ella. Ha sido un viaje realmente apasionante que recomiendo sin reservas.

Eris

15 respuestas a “Una saga moscovita…

  1. Se desde que os lo he visto que es uno de esos libros que uno tiene que leer. Esta en la lista de la compra para en cuanto podamos invertir en nuevos libros.
    La reseña me ha requetencantado.
    Besos.

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  2. Espera que me arremango y quien no quiera saber que no me lea
    Me encantó este libro. Entiendo la comparativa con Guerra y Paz, pero lo primero que sorprende es que está escrito más como Best Seller que como clásico «aburrido». No es ni de lejos tan denso como puede parecer en un primer momento. Eso sí, el homenaje está ahí, ya en los títulos de las partes, pero no sólo a Gy P sino a las artes rusas que se personaifica sobre todo en la hija.
    La novela es magnífica, tiene momentos desternillantes y el autor no se muerde la lengua ni en sus últimas páginas, el momento final es genial… de quitarse el sombrero.
    Me dejó huérfana su lectura, y soy tan mala persona que lo voy regalando ya media docena de veces
    Besos

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  3. Este fue mi primer 1200 del año, es un libro inolvidable y con valor añadido al hacer lectura simultánea con Eris. Un libro de los que recuerdas para toda la vida, los rusos parecen tener esa capacidad de meterse en nosotros. Mi madre, aunque no era una gran lectora siempre recordaba El Don apacible, una novela épica escrita por Mijaíl Shólojov, que tengo como pendiente eterno.
    Vasili Aksiònov es capaapaz de crear escenas legendarias que se quedadrán en mi córtex cerebral para los restos.

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  4. Buff… hoy he revisado esta reseña y creo que no es un libro para mí y si encima tiene 1200 páginas pues… quizá lo tuviese que leer con una pistola al lado jajaja. Me alegra saber que lo has disfrutado tanto 😀

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