El último adiós…

… de Kate Morton.

Una historia de misterio orquestada por personajes pintorescos y ambientada entre los años treinta y la actualidad. Una novela absorbente como solo Kate Morton, autora de El jardín olvidado, sabe hacerlo.

Precio con IVA: 22.90 €
Fecha publicación: 11/2015
Idioma: Español
Páginas: 576
ISBN: 9788483655467

Sinopsis

Todas las familias tienen secretos.
Y, para algunas, basta solo un acontecimiento para cambiarlo todo.

Un niño desaparecido…

Junio de 1933: en Loanneth, la mansión en el campo de la familia Edevane, todo está limpio y reluciente, listo para la tan esperada fiesta de solsticio de verano. Alice Edevane, de dieciséis años y escritora en ciernes, está especialmente ilusionada. No solo ha encontrado el giro argumental perfecto para su novela, también se ha enamorado perdidamente de quien no debería. Pero para cuando llegue la media noche y los fuegos artificiales iluminen el cielo estival, la familia Edevane habrá sufrido una pérdida tan grande que tendrá que abandonar Loanneth para siempre…

Una casa abandonada.

Setenta años más tarde: después de un caso especialmente complicado, Sadie Sparrow, investigadora en Scotland Yard, está cumpliendo un permiso forzoso en su trabajo. Refugiada en la casa de su abuelo en Cornualles, pronto comprueba que estar ociosa le resulta complicado. Hasta que un día llega por casualidad a una vieja casa abandonada rodeada de jardines salvajes y espesos bosques y descubre la historia de un niñito desaparecido sin dejar rastro…

Un misterio sin resolver.

Mientras tanto, en el ático de una elegante casa en Hampstead, la formidable Alice Edevane, ya anciana, lleva una vida tan cuidadosamente planeada como las novelas policíacas que escribe. Hasta que una joven detective empieza a hacer preguntas sobre su pasado familiar en un intento por desenterrar la intrincada maraña de secretos de los que Alice ha pasado toda su vida tratando de escapar.

Mis impresiones

Esta ha sido la primera vez que me he acercado a la autora y no por falta de ganas ya que en mi estantería guardo un buen número de sus novelas que he ido adquiriendo a lo largo de los años quizá sucumbida por la enorme cantidad de opiniones positivas que sus novelas suscitaban.

A lo largo de este tiempo que El último adiós lleva a la venta he leído numerosas opiniones en las que todo apunta a que Morton emplea una fórmula común en todas las novelas que ha escrito con anterioridad, con dos líneas argumentales en las que un secreto del pasado y un misterio por resolver se mezclan con unos personajes entre los que es común que exista una escritora. No soy quién para cuestionar si eso es o no una buena fórmula ya que soy de las que piensan que si ésta le funciona… por qué no va a seguir empleándola del mismo modo que numerosos autores utilizan una fórmula similar en todo lo que escriben pero sí que considero que… una vez que han pasado tantas novelas por sus manos… quizá esperaba encontrarme con algo que me dejara mucho más impresionada.

Una vez acabada la novela el balance final resulta positivo con algunas salvedades que creo que no me han hecho disfrutar de la historia como realmente esperaba. Muchas novelas he leído ya con dos líneas temporales y reconozco que lo que suele ganarme desde un principio es que ambas tramas estén igualmente cuidadas para atraer toda mi atención y en este caso la historia del presente no lo ha conseguido quizá debido a que algunas de las situaciones no acabaron de convencerme. Sin embargo la autora sí tiene un don especial para las descripciones sin demasiada carga que hacen que te metas en cada uno de los escenarios con tranquilidad de manera que te ves dentro de la historia rápidamente. Con eso he disfrutado mucho.

A medida que la historia avanza Morton nos da a conocer una tragedia familiar cargada de misterio que nos acompaña a lo largo de sus 576 páginas, algo a tener en cuenta a la hora de enfrentarse a una lectura pausada como lo es esta en la que un final, para mi gusto demasiado abrupto, que quizá debería haber dosificado a lo largo de la novela para producir en el lector esos giros inesperados que a mí por lo menos me gusta disfrutar a lo largo de las novelas con esta carga de secretos para comprender los comportamientos de cada uno de sus protagonistas.

Con todo esto no quiero decir que la novela no me haya gustado pero quizá esperaba que esta historia estuviera contada de otra forma que me hiciera mostraros un balance mucho más positivo. Un ejemplo de cómo las expectativas que ponemos en nuestras lecturas nos ponen trabas para el pleno disfrute de las mismas y de la que lo que más me paro a pensar es que con lo bien que está descrita toda la trama la hubiera disfrutado muchísimo más si ese final hubiera sido dosificado de la misma manera pausada con la que nos deleita durante toda la novela y no dar esa cantidad de giros en las últimas páginas que me han dejado un tanto descolocada.

Eris