Reseñando Puerto escondido…

… de María Oruña.

Aquí estoy de nuevo acercándoos una novela que me recomendó MientrasLeo (una vez más) ya incluso antes de que saliera a la venta y que me lancé a leer sin dilación en cuanto entró por la puerta un día antes de que saliera en las librerías gracias a la Editorial Destino. Además no estaba sola sino que Esther de Buscandomiequilibrio y yo misma (iniciativa de Esther) lanzamos una llamada a todos los que se quisieran apuntar a acompañarnos en la lectura y resultó que al final, entre otros, nos encontramos comentando en las redes los avances de la misma, bajo el hashtag #PuertoEscondido Laky de Libros que hay que leer, Marga de Libros exposiciones y excursiones, Manuela de Entre mis libros y yo y todo esto bajo la atenta mirada de Inés Caro, que fue la primera en terminar (nuestra fiel lectora sin blog pero con unas opiniones muy buenas a la que siempre animamos a que se abra uno pero nada… Que no lo conseguimos ;), y por supuesto de la autora, María Oruña, a la que desde mi pequeño espacio quiero agradecer enormemente sus comentarios, su amabilidad y sobre todo su compañía. Encima, por si fuera poco, mientras lo leía me enteré de que va a haber presentación del libro el 29 de septiembre en Santiago de Compostela a la que no sé si podré asistir pero sí que he liado a Chema de El lector que llevas dentro para que no se lo pierda así que estoy deseando poder comentar con él cada giro de la historia.

Y después de toda esta parrafada… ¡Empezamos!

Un nuevo descubrimiento literario: la estupenda primera novela negra de María Oruña.

Una tragedia del pasado, fruto de la ambición, de la pasión, de la traición y de la locura, que estallará en el presente con imprevisibles consecuencias.

Sinopsis

Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.

¿Dónde se encuentra el escondite perfecto, el bastión intocable donde respirar la calma absoluta y el abandono de todo lo que impone la edad, el entorno y el tiempo? ¿Hacia dónde habrá que dirigirse para encontrar ese refugio donde atesoramos, sin saberlo, la más pura felicidad? Sólo siguiendo el curso de la marea se esquiva el miedo.

La autora

María Oruña (Vigo, 1977) vive en Galicia, aunque de padre cántabro y pasa muchos veranos en Cantabria, donde ha ambientado Puerto Escondido.

Es abogada y ha ejercido durante diez años, tomándose un breve respiro para investigar, escribir y ser madre. Actualmente, ha vuelto a ejercer por su cuenta y está recabando datos para otra novela que, aun siendo independiente a Puerto Escondido en cuanto a trama principal, está planenado hacerla con los mismos personajes y resolver así alguna trama secundaria del primer libro.

En enero de 2013 publicó La mano del arquero (BUBOK, autopublicación) que, aunque se configura como novela de ficción, tiene gran parte de contenido jurídico, ya que no sólo trata temas como la valentía, la maternidad y la amistad, sino y sobre todo, sobre el acoso laboral.

Anteriormente, ha realizado alguna pequeña colaboración en webs como http://www.galiciaencantada.com, en gallego, publicando relatos históricos como el de A Dama do vento.

Mis impresiones

¿Por dónde empezar? Esta es una cuestión bien difícil cuando ocurren dos cosas… O que la novela me encanta o que no me gusta. ¿Cuál es el caso de esta? Pues decir que me ha gustado es quedarme corta así que lo tengo chungo 😉

Este año he leído novelas muy buenas, no me puedo quejar. Una de las cosas que más me sorprende de una novela es cuando se trata de una opera prima en un tiempo en el que estamos empezando a acostumbrarnos a ver que muchos escritores noveles intentan hacerse hueco en el panorama literario. Una vez más, y en un período muy corto de tiempo, la editorial Destino me ha hecho disfrutar a lo grande (ya me ocurrió con El secreto de Vesalio). Si lo pienso friamente esto es un poco fastidioso porque si esto me pasa con un autor ya consagrado pues dices… Me lo quiero leer todo de él pero claro… ¿Y ahora qué hago? Pues aguantarme y empezar a rogar que por favor María Oruña siga escribiendo 😉

La novela está dividida en dos tiempos. Uno en parte de la actualidad, en Suances, y el otro parte en la Playa de la Concha el día 18 de julio de 1936, una fecha que sin duda muchos conoceréis por su repercusión histórica en nuestro país.

Normalmente cuando me encuentro con una novela en la que se van mostrando dos historias suelo decantarme por una de ellas de manera que siempre estoy deseando que acabe un capítulo para volver a mi preferida. En este caso no podría deciros cuál me gustó más. Realmente me encontré con dos historias estupendas de las que lo único que quería saber es la relación que existía entre ambas, algo que se descubre bien avanzada la novela y que la autora supo tejer con tanto acierto manteniéndome totalmente inmersa a la vez que intrigada.

En la actualidad nos encontramos con un Oliver que trata de rehacer su vida, para lo que decide trasladar su residencia a una gran casa herencia de su madre. Su intención es transformarla en un hotel pero sus ilusiones se truncan cuando durante las obras de remodelación que está llevando a cabo aparece el cadáver de un bebé escondido entre sus muros. Este «contratiempo» da comienzo a una investigación policial en la que se ve atrapado y que produce en Oliver tal desconcierto que se verá involucrado personalmente en el desarrollo de la misma. Comienzan a sucederse una serie de asesinatos que sin duda han tenido como detonante la aparición Oliver y el hallazgo de ese cadáver entre los muros de Villa Marina.

Compaginando todo esto nos vamos encontrando fragmentos de un diario escrito en primera persona que nos sitúa en una etapa histórica convulsa en nuestro país y que, como ya os he comentado, comienza el día 18 de julio de 1936. Estalla la guerra civil y pilla a Jana, sus padres y sus hermanos en la playa de la Concha disfrutando de un día de descanso. «Un regalo de su padre. Él, su padre, ha remado casi una hora por la ría de San Martín de la Arena, que recoge las aguas de los ríos Saja y Besaya, para llevarlos a la playa de la Concha» y a partir de ese momento nada volverá a ser igual. «Jana no guardaría en la memoria sus juegos con las olas, ni el olor a sal de su espuma suave, amable y fresca, sino el terror y destemple plasmado en el rostro de sus padres, y el viaje veloz de regreso a casa, en aquella barca prestada que nunca volvió a ver.» 

Tengo muchas cosas que alabar de esta novela… Muchas… Una historia bien tejida y bien documentada. Nos describe como se escondía la gente en los montes para escapar de los bombardeos, para lo que nos muestra como ejemplo una familia que sufre las consecuencias de la guerra y sobre todo cómo luchan por salir adelante. Las ilusiones de unas niñas por conseguir una vida mejor y entre esas ilusiones nos encontramos con que Jana y su hermana Clara buscan la estabilidad intentando dirigir sus vidas a la búsqueda de un buen partido que las saque de su vida humilde, algo que en esa época me da que era más común de lo que en un principio podríamos pensar. Todo esto acompañado por una descripción estupenda de los ambientes en los que transcurre la novela. Una zona que personalmente no conozco pero que una vez leída ha aumentado mis ganas de dejarme caer por esos parajes.

Es posible que hayas pensado al ir leyendo la reseña que nos encontramos con dos historias diferentes pero no es tan simple como puede aparentar ya que todos estos personajes tienen una vida llena de secretos y que nada más empezar a leer la novela ya intuyes que todos ellos esconden algo. Me ha encantado la carga de intriga que tiene esta novela. No decayó en ningún momento el interés por ambas historias y cuando por fin estos dos puntos de vista de la narración se conectan ya es la guinda del pastel.

Una lectura que estoy segura que disfrutarás sea cual sea tu género favorito tanto si eres de novela negra, policíaca, histórica, saga familiar, romántica, misterio o intriga. Solo es necesario que te dejes llevar por la historia porque «Cuando llegues a Puerto Escondido descubrirás que el camino, afilado, aterrador, vivo, había estado ante tus ojos desde el principio…»

Gracias María Oruña por el viaje y por haberme hecho ver que todos tenemos un #PuertoEscondido.

«Si algo tienen en común los psicópatas es una habilidad consumada para hacerse pasar por gente normal y corriente, mientras detrás de la fachada, de ese disfraz brutal y brillante late el corazón refrigerado de un predador implacable» (La sabiduría de los psicópatas, de Kevin Dutton. Esto es lo que te encuentras nada más abrir el libro. Otro acierto por parte de la autora la elección de cada uno de los fragmentos de novelas, de películas y de citas que abren cada capítulo.

Gracias a la editorial por el ejemplar, a todos los que me habéis acompañado en la lectura, a MientrasLeo por acercarme siempre tan buenas recomendaciones y a Alba por hacerlo posible.